1. Protégelo. Colócale una carcasa, de preferencia rígida, para evitar cualquier accidente. De ser posible, también ponle un sticker transparente en la pantalla. Con esto, estamos casi seguras de que nunca volverás a romperla. Una funda o carcasa es una inversión a largo plazo para tu celular.
2. No duermas con él. Aunque lo ames, procura que no sea tu compañero de siestas, ya que podría dañarse si lo mientras sueñas que eres una karateka profesional.
3. Cero objetos pesados. Por ejemplo: tu laptop o tu bolsa. Evita a toda costa colocarlos encima para evitar que se quiebre. Tampoco guardes tu celular en el bolsillo trasero de tus jeans o pantalones. Sentarte sobre tu celular podría quebrar su pantalla.
4. Cuida dónde lo pones. A veces, por estar distraída, es común que dejes el celular en el filo de la mesa o en algún barandal. Como ya imaginarás, esta es una receta segura para el desastre.
5. Asegúralo. Cuando recién adquieres un celular, puedes comprar un seguro que lo proteja de fallas técnicas, accidentes e incluso, extravío. Pregunta por las opciones en tu compañía telefónica.
6. Líquidos. Como tal, no rompen la pantalla de celular, pero sí pueden dañar el display y las conexiones internas, cuya reparación también implica un gasto. Por eso, procura mantenerlos alejados de tu dispositivo.
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